Desde un principio, los promotores tenían clara conciencia de que el proyecto debería tener como base el favorecer a todos aquellos que, con su trabajo, habían de convertirlo en una realidad. Cómo la raíz del proyecto radica en recuperar primero los campos, los principales actores han de ser los agricultores. La palabra AGRICOLARIS viene del latín y significa “de los agricultores”, “relativo a los agricultores”. De ese significado surge la ASOCIACIÓN AGRICOLARIS cuyo nombre es pues un homenaje a todos los agricultores que la harán posible y la llenarán de contenido. A todos ellos les damos las gracias por su futura colaboración.
La misión es la razón de ser de cualquier proyecto, empresa o entidad ya sea pública o privada. Es la que otorga el auténtico valor a los ojos de los demás, fundamentalmente a todos aquellos que colaboran o están implicados. La razón de la existencia de AGRICOLARIS es la de iniciar un nuevo desarrollo socio-económico del entorno rural de la comarca del Alto Mijares (Castellón) empezando por Los Calpes, ya que el equipo humano es originario de esta pedanía. Sin embargo, queremos que esta iniciativa sea una gota de aceite que se extienda por la comarca y otros pueblos limítrofes.
El proyecto, ambicioso en su proyección, es humilde en su origen. Se empezará por explotar unos cuantos campos de almendros, los más cercanos al núcleo urbano y comercializar las almendras recogidas. Una vez alcanzada la sostenibilidad de los mismos, se irán ampliando en número para extender el proyecto. Con el tiempo se irán incorporando otros cultivos y productos. De esta manera se podrán recuperar los campos y el entorno adyacente.
El proyecto AGRICOLARIS inició su andadura estudiando como primer producto la almendra ya que, en el territorio se dispone del árbol, el conocimiento y una parte de la maquinaria. El fundamento teórico se basa sobre el estudio de los conceptos de innovación entendida como: “La introducción rentable de una idea a lo largo de la cadena productiva que agregue valor añadido, es decir, que incorpore los procesos de producción, trasformación, distribución, comercialización, servicios y reciclaje, siempre orientados al mercado para rentabilizar el negocio para hacer sostenible el proyecto”.
En una primera fase, hemos de conseguir que la cadena productiva de la almendra entre en una etapa de transición desde su situación actual de deterioro y supervivencia a una nueva era de cultivo ecológico rentable y eficiente. Para ello será necesario invertir en generación de dinámicas que permitan posicionar la cadena en su tránsito utilizando técnicas y métodos innovadores y más productivos. Para ello, debemos desvincular la ventaja competitiva de la cadena de la dependencia de los recursos naturales a través de la implementación de los métodos o tecnologías necesarias respetuosas con la agricultura ecológica.
En una segunda fase, integrar la investigación propia con el sector productivo permitiendo la adaptación y adecuación de los métodos implantados con el fin de aumentar los rendimientos en volumen y calidad. Realizar la transformación de la almendra en producto final y subproductos que eleven su valor en el mercado generando valor añadido.
En una tercera fase, obtener derivados de la almendra para aplicación en otros productos de alimentación elaborados y otros sectores industriales (químico, plástico, farmacéutico…).
Potenciar el consumo de la almendra en todas sus vertientes, en el propio territorio y en el mercado en general.
Promover la vertiente social del proyecto que, como base, tiene el objetivo de dinamizar la zona en todos sus aspectos económicos, sociales y culturales.
Constituyen los fines de la Asociación:
– Mantener el cultivo en los campos próximos a los núcleos urbanos.
– Recuperar campos de cultivo, con sus caminos de acceso y su entorno.
– Proteger a los núcleos urbanos del avance del bosque.
– La Transformación de productos agrarios, aportándoles valor añadido.
– Promover el desarrollo económico, social y cultural.
– La generación de empleo y evitar así el despoblamiento.