Después de Navidad y hasta antes de la gran nevada, se pudo acceder a algunos de los campos e iniciar los trabajos de recuperación de los mismos. De todos modos, los trabajos se tuvieron que parar durante varias semanas.

A pesar de la copiosa nevada y su permanencia, unas 4 semanas, el efecto de la misma sobre los campos ha sido muy beneficioso. Al deshacerse lentamente, ha mantenido un gran grado de humedad para la tierra por un lado y, por el otro, ha alargado el efecto del invierno sobre los árboles impidiendo su prematura floración.

El riesgo de heladas sobre los almendros en flor disminuye esta temporada, aunque no lo podemos garantizar completamente. La previsión, pues es muy buena si todo sigue su curso normal y no padecemos ninguna helada a partir de la segunda mitad de abril.