Pensamos que es un buen momento para informar a todos de cual es la evolución de los trabajos en campo, a través de un breve resumen, tras la floración espectacular que tuvimos y pudimos disfrutar durante prácticamente todo el mes de febrero.
En los últimos meses del año y en enero y febrero, se ha realizado una ligera poda de mantenimiento en todas las parcelas que se vienen trabajando y una poda fuerte en aquellas parcelas que se han incorporado en el presupuesto de este año. Por primera vez al cultivo del almendro, se ha incorporado el de la olivera. Gracias a las últimas cesiones contamos con 20 oliveras, repartidas entre las variedades Temprana de Montán, Arbequina y Picual. La incorporación de la oliva es una experiencia nueva para AGRICOLARIS que nos abre una puerta a un producto con mucha introducción comercial. A criterio de la Junta de Gobierno es un buen paso hacia la diversificación de cultivos que permitirá atender a un mayor número de campos y especies. A juicio de nuestros técnicos de campo, en algunos de los árboles, se tendrá que actuar realizando injertos para reanimar la producción.
Volviendo al almendro, los meses de enero y febrero fueron secos por ausencia de precipitación. Ahora en marzo se han iniciado las lluvias, pero las previsiones para abril pronostican lluvias abundantes. Para nuestros expertos las preocupaciones residen en que no hayan heladas y que la lluvia será muy bienvenida si es escalonada y no torrencial. No en vano, nos han informado de que, tras la floración, la variedad Largueta se ha visto afectada de manera desigual por alguna helada puntual apenas detectada. En cambio, la variedad Marcona parece no haberse visto afectada y sigue su evolución a buen ritmo.
Por la experiencia acumulada en estos años, no conviene echar las campanas al vuelo y, aunque las perspectivas de cosecha prometan, hemos de ser cautos con las previsiones. Empezamos a tener memoria histórica y recordamos las consecuencias de la helada tardía de mayo de 2017 y la tormenta de piedra de julio de 2018 que fastidió la cosecha de ese año y del siguiente. Esperemos que las cosas evolucionen favorablemente y dejemos el balance para el momento de la cosecha.